Introducción
¿Alguna vez has oído hablar de la diatermia aplicado al sector de la estética? Seguro que sí, pero ¿sabes qué es y para qué sirve?
En este artículo echamos un vistazo a esta increíble tecnología, sus aplicaciones, funcionamiento, beneficios y posibles efectos secundarios.
¡Acompáñanos!
Qué es la diatermia
Multitud de estudios científicos han demostrado durante décadas que el calor aumenta la circulación sanguínea y mejora el riego sanguíneo en las zonas del cuerpo en las que se aplica.
Y es por eso que la diatermia es una técnica médico-estética utilizada para realizar tratamientos mediante del uso de calor mediante una corriente eléctrica de alta intensidad, también conocida como radiofrecuencia.
Cómo funciona
La diatermia emplea un alto voltaje eléctrico para estimular los tejidos profundamente. La energía se transmite al cuerpo del paciente mediante manípulos lubricados con gel para proteger la piel y garantizar que la corriente penetre en los tejidos adecuadamente.
Estas aplicaciones permiten activar zonas del cuerpo normalmente difíciles de tratar mejorando significativamente el flujo sanguíneo local.
Tipos de diatermia
Según la intensidad de la corriente eléctrica, podemos hablar de dos tipos de diatermia:
Diatermia resistiva
La radiofrecuencia resistiva o profunda, aplica una corriente de energía intensa (448 KHz) permitiéndonos tratar los tejidos más profundos. Puede ayudar a aliviar el dolor, reducir la inflamación, promover la curación de lesiones e incluso ayudar en la rehabilitación postoperatoria, y es por eso que es utilizada en fisioterapia y veterinaria.
Diatermia capacitiva
La radiofrecuencia capacitiva, por su parte, es una radiofrecuencia de menor intensidad que aplica calor en los tejidos más superficiales (como la piel), lo cual logra estimular la producción de colágeno y elastina. Es la utilizada a nivel estético y a la que nos referiremos de ahora en adelante en este artículo.
Beneficios de la diatermia en estética
Rejuvenecimiento facial
La diatermia actúa estimulando el tejido conectivo para que se contraiga y produzca un efecto lifting.
Mejora la elasticidad de la piel
También estimula la producción de colágeno, lo cual mejora el tono y firmeza de la piel.
Reafirma la piel flácida
Estimula y mejora la elasticidad de la piel, dando como resultado un aspecto más tonificado y firme.
¿Para qué sirve la diatermia en estética?
Debido a dichas capacidades, la diatermia a nivel estético puede aplicarse tanto en tratamientos faciales como corporales e incluso capilares.
Tratamientos faciales
- Arrugas y líneas de expresión, en las distintas partes del rostro, como los ojos, la frente y las comisuras de los labios.
- Doble mentón o papada.
- Flacidez de cuello y rostro.
- Óvalo facial y grasa circundante.
- Estrías, manchas y cicatrices.
- Estira la piel, produciendo un efecto lifting.
- Bolsas y ojeras.
Tratamientos corporales
- Grasa localizada se acumula comúnmente en el abdomen, los glúteos, las caderas, los brazos y otras áreas del cuerpo.
- Reducción de la celulitis.
- Pérdida de volumen, debido a una mala circulación o retención de líquidos.
- Reafirma y eleva el pecho.
Tratamientos capilares
Por otra parte, la diatermia también constituye una solución eficaz para la recuperación de cabello.
Esta técnica no invasiva y segura estimula el tejido a profundidad, promoviendo así fortaleza y densidad natural del cabello con resultados óptimos.
Aumenta el flujo sanguíneo y mejora la entrega de oxígeno al organismo, estimula la absorción de vitaminas, aminoácidos esenciales y en solo tres o cuatro sesiones se pueden empezar a notar los resultados.
Preguntas frecuentes
¿Cuántas sesiones son necesarias para ver los resultados?
Los resultados en tratamientos faciales son apreciables desde la primera sesión, ya que la piel quedará visiblemente más luminosa y tersa tras la realización de ésta, pero dependiendo del tratamiento deseado y del objetivo a alcanzar, se necesitará una determinada cantidad de sesiones.
Por otro lado, el profesional aconsejará la frecuencia óptima para cada caso particular en base a sus necesidades específicas y al tipo de terapia empleada.
¿Cuánto duran las sesiones?
La duración de cada sesión dependerá de la zona a tratar, pero en general podemos decir que la duración media de una sesión completo es de entre 45 minutos y 1 hora.
Sin embargo, si la zona a tratar es más pequeña (como tratamiento, de arrugas, bolsas de los ojos, papada, etc.), se pueden realizar sesiones a partir de 10 minutos de duración.
¿Hay algún riesgo asociado con el tratamiento de diatermia?
Los riesgos asociados con este tipo de tratamientos son mínimos, pero existen algunos potenciales efectos secundarios comunes, tales como irritación superficial de la piel o enrojecimiento. Sin embargo, la mayoría de las personas responden favorablemente a este tratamiento.
Diatermia y radiofrecuencia, ¿son lo mismo?
Cómo hemos comentado, el calentamiento de los tejidos propio de la diatermia se consigue mediante la aplicación de radiofrecuencia de distintas intensidades, por lo que podríamos decir que la diatermia es una de las múltiples aplicaciones de la radiofrecuencia.
¿Desde cuándo se utiliza la diatermia en estética?
En primer lugar, fue Joule en el siglo XVIII quien descubrió el principio de que cualquier material conductor es apto para producir calor cuando una corriente de electricidad lo recorre.
Más tarde, en 1879, Ward empezó a experimentar con corrientes de alta frecuencia. Descubrió que entre mayor sea la velocidad del voltaje, mejor sería el funcionamiento en los circuitos eléctricos del cuerpo receptor.
Posteriormente, el gran Tesla y D’Arsonval confirmaron esta teoría y demostraron que cualquier corriente alterna con una frecuencia superior a los 10 kilociclos no sería perjudicial para el cuerpo humano.
Al final del siglo XIX, VonZeyneck realiza la primera prueba del efecto de Joule en un individuo humano. Este fue el primer paso hacia el descubrimiento de los impactos positivos que este procedimiento puede tener en el organismo. En 1908, Zeyneck publicó un artículo que describía los resultados obtenidos en diez casos con pacientes de artritis, todos ellos mostraron mejoría luego del tratamiento con esta tecnología.
Es desde ese entonces cuando los médicos, investigadores y científicos comienzan a tener en cuenta diversos estudios para confirmar que realmente este procedimiento es efectivo.
Desde ese momento médicos y científicos comienzan a tener en cuenta esta tecnología.
A través de esta investigación de Naegelschmidt en 1910 se revelaron los efectos calóricos de las corrientes de alta frecuencia, y se demostró que estas acciones eran en realidad el resultado de un proceso que en ese momento se denominó “transtermia”.
Y así fue como surgió la termoterapia, la cual ha llegado hasta nuestros días gracias a su demostrada eficacia.